El Carácter de Dios
Las escrituras nos enseñan que Dios es santo, bueno, justo, perfecto, y que aborrece la maldad.
Habacuc 1:13 "Muy limpio eres de ojos para ver el mal, ni puedes ver el agravio..."
Isaías 59:2"...vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios, y vuestros pecados han hecho ocultar de vosotros su rostro para no oír."
Deuteronomio 32:4 "Él es la Roca, cuya obra es perfecta, Porque todos sus caminos son rectitud; Dios de verdad, y sin ninguna iniquidad en él; Es justo y recto."
La Justicia de Dios
La Biblia enseña que la naturaleza buena, santa, y justa de Dios requiere que Él castigue a todo lo que no es bueno, santo, y justo.
Salmo 11:7 "Porque Jehová es justo, y ama la justicia"
Isaías 5:16 "Pero Jehová de los ejércitos será exaltado en juicio, y el Dios Santo será santificado con justicia."
Salmo 7:11-12 "Dios es juez justo, Y Dios está airado contra el impío todos los días. Si no se arrepiente, él afilará su espada; Armado tiene ya su arco, y lo ha preparado."
La Depravación y la Condenación del Hombre
La palabra de Dios enseña que toda la humanidad ha quebrantado la santa ley de Dios con su pecado, esto ofende al Señor. Como pecadores, no hay ninguna cosa buena en nosotros, y estamos totalmente separados/destituidos de la gloria de Dios. Dios, siendo un juez justo, ha declarado juicio y condenación para los pecadores.
Romanos 3:23 "por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios."
Isaías 64:6 "Si bien todos nosotros somos como suciedad, y todas nuestras justicias como trapo de inmundicia; y caímos todos nosotros como la hoja, y nuestras maldades nos llevaron como viento."
Romanos 6:23 "Porque la paga del pecado es muerte..."
Isaías 3:11"¡Ay del impío! Mal le irá, porque según las obras de sus manos le será pagado."
Ezequiel 18:20 "El alma que pecare, ésa morirá; el hijo no llevará el pecado del padre, ni el padre llevará el pecado del hijo; la justicia del justo será sobre él, y la impiedad del impío será sobre él."
El Gran Dilema Para el Pecador
Dios, siendo un juez justo tiene que castigar el pecado. Un juez que simplemente ignora el crimen y perdona a los criminales sería muy injusto.
Proverbios 17:15 "El que justifica al impío, y el que condena al justo,Ambos son igualmente abominación a Jehová."
Génesis 18:25 "Lejos de ti el hacer tal, que hagas morir al justo con elimpío, y que sea el justo tratado como el impío; nunca tal hagas. El Juez de toda la tierra, ¿no ha de hacer lo que es justo?"
La Cruz de Cristo
Para poder ser justo y a la vez misericordioso, Dios envió a su Hijo, Jesucristo, quien es santo, inocente, y perfecto, a vivir una vida perfecta y morir en una cruz. Jesucristo sufrió bajo la ira de Dios en lugar de los pecadores a fin de que Dios pudiera ser misericordioso con estos, ya que castigó los pecados de ellos en el cuerpo de su Hijo en la cruz.
Isaías 53:4"Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido."
Romanos 3:23-26"por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios, siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús, a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados."
1 Pedro 3:18 "Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu."
La Resurrección
Después de morir en la cruz, Cristo fue sepultado y al tercer día Dios lo resucitó y fue visto por muchos testigos. La resurrección de Cristo significa que su sacrificio a favor de los pecadores fue aceptado por Dios Padre y que todas sus enseñanzas son válidas. Por la resurrección de Cristo, sabemos que podemos confiar en Él porque es aprobado por Dios Padre.
Juan 2:19-21 "Respondió Jesús y les dijo: Destruid este templo, y en tres días lo levantaré. Dijeron luego los judíos: En cuarenta y seis años fue edificado este templo, ¿y tú en tres días lo levantarás? Mas élhablaba del templo de su cuerpo."
Romanos 1:4"que fue declarado Hijo de Dios con poder, según el Espíritu de santidad, por la resurrección de entre los muertos!"
Romanos 4:25 "el cual fue entregado por nuestras transgresiones, y resucitado para nuestra justificación."
Nuestra Respuesta:
Las escrituras nos enseñan que Cristo murió, satisfaciendo la justicia de Dios, y que se levantó de los muertos señalando que Dios aceptó su sacrificio a favor de los pecadores, a fin de que sean salvos. Habiendo considerado esta obra redentora de Cristo, ¿Qué debemos hacer para ser salvos de la ira de Dios? ¿Cómo debemos responder?
La palabra de Dios demanda dos cosas de todos los hombres: Que se arrepientan, y que confíen en la obra de Jesucristo.
Marcos 1:15 "El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio."
Hechos 20:20-21 "testificando a judíos y a gentiles acerca del arrepentimiento para con Dios, y de la fe en nuestro Señor Jesucristo."
Arrepiéntete
El arrepentimiento comienza con un cambio de mente. A la luz de la santidad de Dios y la gravedad de nuestro pecado contra Él, la persona genuinamente arrepentida de sus pecados los va a aborrecer y va a estar triste y quebrantada por ellos.
Ezequiel 20:43 "Y allí os acordaréis de vuestros caminos, y de todos vuestros hechos en que os contaminasteis; y os aborreceréis a vosotros mismos a causa de todos vuestros pecados que cometisteis."
La evidencia del arrepentimiento genuino no es solamente sentirse mal por haber pecado contra Dios, sino que ese reconocimiento de nuestro pecado estará acompañado de un cambio en nuestra voluntad resultando en un cambio de nuestra conducta, y nuestro estilo de vida se irá conformando a la voluntad de Dios. Creceremos en nuestro rechazo al pecado y en nuestra obediencia al Señor.
Isaías 1:16-17 "Lavaos y limpiaos; quitad la iniquidad de vuestras obras de delante de mis ojos; dejad de hacer lo malo; aprended a hacer el bien..."
Mateo 3:8 "Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento."
Hechos 26:20 "sino que anuncié primeramente a los que están en Damasco, y Jerusalén, y por toda la tierra de Judea, y a los gentiles, que se arrepintiesen y se convirtiesen a Dios, haciendo obras dignas de arrepentimiento."
Mateo 21:28-31 "Pero ¿qué os parece? Un hombre tenía dos hijos, y acercándose al primero, le dijo: Hijo, ve hoy a trabajar en mi viña. Respondiendo él, dijo: No quiero; pero después, arrepentido, fue. Y acercándose al otro, le dijo de la misma manera; y respondiendo él, dijo: Sí, señor, voy. Y no fue. ¿Cuál de los dos hizo la voluntad de su padre? Dijeron ellos: El primero. Jesús les dijo: De cierto os digo, que los publicanos y las rameras van delante de vosotros al reino de Dios."
1 Tesalonicenses 1:9-10"porque ellos mismos cuentan de nosotros la manera en que nos recibisteis, y cómo os convertisteis de los ídolos a Dios, para servir al Dios vivo y verdadero, yesperar de los cielos a su Hijo, al cual resucitó de los muertos, aJesús, quien nos libra de la ira venidera."
Otra de las evidencias del arrepentimiento genuino es que también rechazamos cualquier confianza en nuestras propias virtudes, méritos, u obras para obtener la justificación ante Dios. Nos damos cuenta de que toda nuestra supuesta justicia personal es como trapos de inmundicia ante Dios (Isaías 64:6) y firmemente rechazamos nuestros propios méritos como medio de salvación.
Sabemos que nuestra justificación y reconciliación con Dios es el resultado de su gran obra por nosotros a través de Jesucristo.
Gálatas 2:16"sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por la fe de Jesucristo, nosotros también hemos creído en Jesucristo, para ser justificados por la fe de Cristo y no por las obras de la ley, por cuanto por las obras de la
ley nadie será justificado."
Filipenses 3:7-9 “Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida por amor de Cristo. Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo, y ser hallado en él, no teniendo mi propia justicia, que es por la ley, sino la que es por la fe de Cristo, la justicia que es de Dios por la fe.”
Efesios 2:8-9"Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se glorie."
2 Timoteo 1:9"quien nos salvó y llamó con llamamiento santo, no conforme a nuestras obras, sino según el propósito suyo y la gracia que nos fue dada en Cristo Jesús antes de los tiempos de los siglos."
Tito 3:5"nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo."
Cree el Evangelio
La fe en el evangelio no es un salto en la oscuridad, es una confianza real basada en la revelación de Dios través de las escrituras y la obra del Espíritu Santo que testifica a nuestros corazones que lo que Dios ha prometido es verdad.
En las escrituras tenemos una ilustración buena de la fe en la vida de Abraham. Abraham tenía cien años su esposa también estaba ya muy grande como para concebir y tener un hijo, pero Dios les había prometido que en su vejez iban a tener un bebé. En respuesta a esta promesa, las escrituras nos dicen que Abraham estaba plenamente convencido de que Dios era poderoso para hacer todo lo que había prometido. (Romanos 4:19-21). Con respecto al evangelio, similarmente, la fe genuina se manifiesta cuando nosotros confiamos en lo que Dios ha revelado acerca de si mismo, acerca de nosotros, y acerca de la obra de salvación por medio de la persona y la obra de Cristo Jesús. Creemos para salvación cuando estamos plenamente convencidos de que Dios es poderoso para hacer todo lo que nos ha prometido en Cristo. Las siguientes escrituras representan lo que Dios ha prometido en Cristo:
Juan 1:12 "Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios."
Juan 5:24 "De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida."
Hechos 16:31 "Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa."
Romanos 10:9-10"que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación."
1 Juan 5:11-12"Y éste es el testimonio: que Dios nos ha dado vida eterna; y esta vida está en su Hijo. El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida."
¿Te has arrepentido de tus pecados? ¿Aborreces tu maldad y reconoces que tu pecado ha ofendido a un Dios Santo? ¿Ha cambiado Dios tu forma de ver tus pecados? ¿Has creído? ¿Estás esperando en la obra de Cristo como tú única esperanza de salvación? ¿Estás plenamente convencido que la salvación no se encuentra en ningún otro nombre excepto Jesucristo? ¿Estás convencido de que la salvación no es el resultado de tu propia virtud o de tus propios esfuerzos por ser una buena persona? ¿Te ha dado Dios la fuerte confianza de que eres su hijo, que has sido perdonado, y que tienes vida eterna por medio de su Hijo? Si pudiste afirmar estas preguntas, es una indicación de que Dios ha obrado en ti y te has arrepentido de tus pecados y acudido a Cristo, creyendo en Él para salvación.
Si no pudiste afirmar estas preguntas, no desmayes. Clama a Cristo en oración para ayudar tu incredulidad. Busca a Dios en su palabra, y sigue clamando a Él para que te conceda el verdadero arrepentimiento y la fe en Cristo Jesús para la salvación. Sigue pidiéndole a Dios que te dé un nuevo corazón para aborrecer y abandonar el pecado que le ofende, y que te dé fe para creer en Cristo Jesús como tu Salvador. Las escrituras prometen que los que sinceramente buscan a Dios, lo encontrarán.
Jeremías 29:12-13 "Entonces me invocaréis, y vendréis y oraréis a mí, y yo os oiré; y me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón."
Juan 6:37 "Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí; y al que a mí viene, no le echo fuera."
Mateo 7:7-8 "Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá."